La verdad es como una manta que siempre te deja los pies frios, la estiras, la extiendes pero nunca es suficiente. La sacudes, le das patadas pero desde que llegamos llorando hasta que nos vamos muriendo, solo nos cubre la cara mientras gemimos, lloramos y gritamos.

El club de los poetas muertos

viernes, 2 de enero de 2009

2oo9

y la duoécima uva resbala por mis labios y se cuela dentro de la boca junto con las otras... Los segundos han sido tan cortos y mi nerviosismo tan grande, que en vez de tragarmelas; con la lengua e ido apartandolas a los lados esperando a la duodécima campanada para poder tragarmelas todas.
Y la gente brinda con el típico champagne dorado y burbujeante de todos los años, sonrien, se abrazan y se dicen unos a otros. -Feliz 2009! y a continuación vienen los zumbidos en los móviles. Yo no me levanto, como de costumbre. Siempre he visto un tanto estúpido eso de vovler a saludarse tras la última campanada... sea otro año más yo me sigo sintiendo la misma. Y el 2008 vuelve a pasar desde los verbos del presente al pasado. Pero yo me sigo sintiendo la misma... mi ojos siguen siendo marrones al igual que mi pelo, sigo siendo alta, sigo llevando pulseras, sigo siendo yo... Y a continuación vienen los propositos y los pronosticos de como a pasado el año. En un segundo, en un cortro recuerdo, en un pestañeo.
Y mi madre dice:
-Vrindemos, por el optimismo ante lo que nos aguarda.
-Sí, por el optimismo-. Digo alegre, pensando para mis adentros "Siempre nos quedará el optimismo... lástima que yo carezca de eso. "